14/12/09

¡DALE CAMPEON!


Allá por junio de este año, en medio de una tarde fría en la intensa pretemporada, cuenta la historia que el plantel de Banfield estaba entrenando en la pista de atletismo de la Villa Olímpica de Mar del Plata.

Los jugadores estaban por terminar la última de las pasadas, cuando el entrenador Julio César Falcioni se les acercó y les comunicó: “Muchachos, arrancamos con River en la primera fecha, así que si quieren ganar tenemos que dar todo de nosotros”. El frío y el cansancio no pudieron pararlos. Esa fue la vuelta con mejor tiempo de la tarde, en un momento clave para empezar a construir este Banfield Campeón.

La espera terminó. Hoy los abrazos son interminables, los brindis, los aplausos y las ovaciones nos han dejado afónicos.

Nuestros pequeños crecerán con sus ídolos en lo más alto.

Nosotros mismos podremos pronunciar esa palabra que se nos negó en el ’51.

Y todos los que nos rodean nos mirarán con un respeto mucho mayor.

Hoy seguramente se nos vienen a la mente algún gol del “pampa” Orte o alguna gambeta de “Garrafa” Sánchez, como también la presencia de Eliseo Mouriño y la de todos aquellos que forjaron a nuestra institución.

Este es el día soñado por nuestro fundador Burton, o de todos aquellos directivos que formaron parte de la Comisión Directiva en estos 113 años, como también de todos los que ayudaron en el crecimiento del club.

Los jugadores, el cuerpo técnico, los hinchas, los dirigentes y cada uno de los que trabajamos silenciosamente para lograr el objetivo más alto hoy vemos cumplido nuestro sueño.

En el recuerdo quedará la primera vez que pisamos el “lencho”, seguramente de la mano de nuestros padres, y en el cielo se dibujarán las caras de todos los seres queridos que mostraron su mejor sonrisa al ver la consagración de este equipo.

Banfield creció en muchos aspectos y tiene tantos otros por seguir progresando, pero este domingo 13 de diciembre quedará en el recuerdo de todos como el día que conseguimos sumar nuestra primera estrella.

A medida que fue transcurriendo el campeonato, Banfield fue creciendo. Imaginar ver nuestros colores recibiendo la copa y dando la vuelta olímpica era el anhelo máximo, y tan sólo con fantasear la idea nos hacía poner la piel de gallina o robarnos una lágrima.

Gracias Laucha por tanto. Gracias a la defensa por cerrar el arco. Gracias al mediocampo por aportar creación y al mismo tiempo quite en cada pelota. Gracias uruguayos por dejarnos afónicos. Gracias Julio por pensar cada partido.

Gracias a nuestra Reserva Campeona hace seis meses por marcar el camino, con chicos que hoy sueñan con vestir nuestra camiseta.

Ya no somos un equipo complicado para jugarle.

Ya no somos un equipo defensivo.

Ya no somos un equipo “que no juega a nada”, como dijeron algunos.

Ya somos CAMPEONES. Usted, hincha de Banfield, festéjelo con quien quiera.